27 de octubre de 2014

Ganadora del fin de semana en Marina d'Or

Ya tenemos ganadores del sorteo que se realizo el pasado viernes día 24 donde el premio consistía en un fin de semana en Marina d'Or con  todos los gastos incluidos organizado a beneficio de FemArt. 

El numero premiado fue el 661 y compartimos con todos ustedes la entrega del premio a la feliz ganadora.

¡Enhorabuena!

10 de octubre de 2014

Mensaje de Papa Francisco para Una Sola Familia Humana, Alimentos Para T...

Levanto mi voz por quien no tiene pan - Cáritas Panamá

EL MUNDO DEL TRABAJO NECESITA DE LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO

Ante la celebración de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, el día 7 de octubre, estas palabras recientemente pronunciadas por el Papa Francisco, adquieren un profundo significado y una llamada a toda la Iglesia y a toda la sociedad:
Estamos inmersos en una realidad que ha sufrido y está sufriendo profundas transformaciones en todos los ámbitos de la vida de las personas. Una de las mayores es la manera de entender y organizar el trabajo humano. La forma en que hoy se organiza el trabajo no es compatible con la vida digna a la que estamos llamados.
Tener o no trabajo,tener un salario suficiente para poder vivir, realizar el trabajo en condiciones dignas o no, son condiciones que posibilitan el crecimiento y el desarrollo de las personas o lo impiden.
Basta ilustrar esta realidad con algunos datos:
«Es necesario reafirmar que el trabajo es una realidad esencial para la sociedad, para las familias y para los individuos, y que su principal valor es el bien de la persona humana, ya que la realiza como tal, con sus actitudes y sus capacidades intelectuales,creativas y manuales. De esto se deriva que el trabajo no tenga solo un fin económico y de beneficios, sino ante todo un fin que atañe al hombre y a su dignidad. ¡Y si no hay trabajo esa dignidad está herida!» (a los dirigentes y obreros de las fábricas de acero de Terni, 20 de marzo de 2014).
«El problema es no llevar el pan a la casa, esto quita la dignidad. El problema más grave es la dignidad por esto tenemos que trabajar y defender la dignidad que nos da el trabajo» (Encuentro con trabajadores y estudiantes del sector de la industria.Molise, 5 de julio 2014).
En el ámbito mundial:
  • Más de doscientos millones de mujeres y hombres están desempleados;
  • casi mil millones de mujeres y hombres trabajan, pero sus ingresos no les permiten superar el umbral de la pobreza de los 2 dólares al día por persona en sus hogares;
  • más de doscientos millones de niñas y niños se ven obligados a trabajar en condiciones infrahumanas o de explotación;
  • desempleo de los jóvenes alcanza niveles alarmantes en muchos países del sur de Europa y África;
  • se da de hecho una mercantilización e instrumentalización del trabajo y la negación práctica del derecho al mismo para millones de personas.

Si descendemos a nuestro país:
  • más de 5,6 millones de desempleados/as (EPA, 2º trimestre 2014);
  • más de 1.300.000 familias donde ninguno de sus miembros percibe ningún tipo de ingreso;
  • hoy de hecho, se puede tener trabajo y ser pobre;
  • - las sucesivas reformas laborales han contribuido a la precarización del trabajo y a extenderla a todos los sectores de producción;
  • se han reducido enormemente los derechos laborales que tantos esfuerzos y luchas costaron a las trabajadoras y los trabajadores;
  • se han incrementado la pobreza y, mucho más que en el resto de los países de la UE, la desigualdad entre ricos y pobres.

Desde el año 1999, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con participación de gobiernos, y asociaciones empresarias y sindicales, impulsa el objetivo de lograr un trabajo decente como elemento fundamental para combatir el empobrecimiento y como camino hacia una sociedad decente, más justa y humana.
También la Iglesia, desde la Doctrina Social (DSI), llama la atención y promueve que se impulse el trabajo decente. Movimientos de creyentes, como el MMTC (Movimiento Mundial de trabajadores cristianos), Caritas Internationalis, Iustitia et Pax, Pax Romana y cientos de otros grupos representativos de congregaciones, asociaciones y movimientos, han hecho suya esta reivindicación como símbolo de la lucha contra el desempleo, la subocupación y la precariedad laboral.
También en nuestro país somos muchas las personas y organizaciones que nos preguntamos ¿qué está pasando con el ser humano, con el trabajo y con la sociedad que se está configurando?
Organizaciones sociales como sindicatos, asociaciones de todo tipo, asambleas de parados..., organizaciones eclesiales como parroquias,comunidades, Cáritas, Justicia y Paz, y movimientos apostólicos..., estamos trabajando por construir un nuevo mundo donde el trabajo decente sea una prioridad que nos permita vivir con dignidad, construir nuestra humanidad y crear lazos sociales tan necesarios para construir la fraternidad universal.
Como iglesia no podemos permanecer callados y pasivos cuando las condiciones sociales dificultan que el ser humano pueda vivir con arreglo a su dignidad de hijo de Dios.
Nuestra preocupación por la vida humana, y especialmente por los pobres en los que vemos a Jesucristo, nos debe llevar a ocuparnos y preocuparnos por la realidad del trabajo. No olvidemos que «los pobres son en muchos casos el resultado de la violación del trabajo humano, bien porque se limitan sus posibilidades (desocupación, subocupación) bien porque se devalúan los derechos que fluyen del mismo, especialmente el derecho al justo salario, ala seguridad de la persona del trabajador y su familia» («Caritas in veritate»,63).
Como iglesia, nos comprometemos a asumir la llamada que nos hace el documento preparatorio del Sínodo extraordinario de los Obispos sobre la Familia en su número 71: «En diálogo con el Estado y las entidades públicas,se espera de parte de la Iglesia una acción de apoyo concreto para un empleo digno, para salarios justos, para una política fiscal a favor de la familia,así como la activación de una ayuda para las familias y los hijos».
Invitamos a las organizaciones sociales y eclesiales y a todas las personas de buena voluntad, a celebrar este año la Jornada mundial por el trabajo decente reflexionando sobre lo que está aconteciendo en el mundo laboral y descubrir y denunciar las causas que propician el sufrimiento de tantas trabajadoras y trabajadores, familias y pueblos.
Con esperanza invitamos a continuar detectando y apoyando las iniciativas que muchas personas, organizaciones y colectivos están desarrollando en el campo del trabajo cooperativo, de empresas de inserción laboral, del trabajo social, del reconocimiento del trabajo no productivo como trabajon ecesario para la sociedad; la reivindicación de un ingreso familiar mínimo con el que poder vivir; la banca ética; la economía de comunión. Todas ellas son manifestaciones de que es posible organizar el trabajo desde otros valores y criterios donde las personas y las familias sean el centro y fin de la producción,de la actividad económica y de la sociedad y no meras herramientas de producción o mercancías a merced de los mercados.
Sigamos potenciando las que existen y construyendo otras experiencias nuevas que vayan tejiendo redes de solidaridad y formas de construir nuestra humanidad, donde la actividad humana y el trabajo decente posibiliten la realización de las personas y estén al servicio de la comunión social.
Como hombres y mujeres creyentes, creemos que la buena noticia del Evangelio pasa por ser buena noticia para el mundo del trabajo. La alegría del Evangelio debe ser también alegría del Evangelio para el mundo del trabajo, para los trabajadores y trabajadoras.
3 de octubre de 2014
HOAC y JOC
Apoyan: Acción Católica General, Acción Social Empresarial, CONFER, Cáritas Española, Foro de Laicos, Frater España, Hermandades del Trabajo, Juventud Estudiante Católica, Movimiento Rural Cristiano, Movimiento de Jóvenes Rurales Cristianos, Acción Católica Obrera y Profesionales Cristianos 

De la web de Cáritas Diocesana de Valencia

6 de octubre de 2014

Construyendo juntos un nuevo tiempo


CRECE EL APOYO DE VOLUNTARIOS Y DONANTES A CÁRITAS MIENTRAS AUMENTA EL EMPOBRECIMIENTO Y LA DESIGUALDAD SOCIAL

Cáritas. 10 de octubre de 2013.- Los datos aportados por la memoria 2012de Cáritas y el viii informe de la realidad social (ORS) muestran un escenario de luces y sombras. A esta realidad se han referido esta mañana en Madrid, durante el acto de presentación de ambos documentos, el obispo responsable de Cáritas en la CEPS (Comisión Episcopal de Pastoral Social), monseñor Alfonso Milián; y el presidente y secretario general de Cáritas Española, Rafael del Río y Sebastián Mora, respectivamente.
70.000 voluntarios y 276 millones de euros invertidos
Por una parte, el apoyo social a Cáritas en todo el país sigue subiendo, como demuestra el número de 70.229 voluntarios que durante 2012 (un 9,3% con relación a 2011) participaron en las acciones de lucha contra la pobreza desarrolladas en todo el país por las 70 Cáritas Diocesanas y las más de 6.000 Cáritas Parroquiales que integran la Confederación. Esa tendencia es similar a la que refleja la evolución de los recursos invertidos, que ascendieron a 276.272.706 euros durante el último año, lo que supone un aumento de 25,5 millones de euros (10,2%) con relación a 2011.
Pero, por otra parte, el VIII Informe del ORS de Cáritas constata la existencia en España de situaciones y hechos que indican un creciente empobrecimiento de la sociedad y el aumento del riesgo de fractura social. Más allá de la coyuntura de la crisis, este deterioro está consolidando una nueva estructura social donde crece la espiral de la escasez y el espacio de la vulnerabilidad.
Cinco millones de personas acompañadas
La respuesta de la sociedad a este incremento de la desigualdad se refleja en los datos recogidos en la Memoria anual de Cáritas. Así, de los 276 millones de euros invertidos en 2012,casi 194 millones (el 70,20% del total de recursos) proceden de aportaciones privadas, lo que supone un incremento de 27,7 millones de euros con relación al ejercicio anterior. Los fondos públicos manejados por Cáritas ascendieron a 83,3 millones de euros (29,80% del total).
Gracias al trabajo gratuito de los 70.000 voluntarios y la actividad de4.253 personas contratadas, Cáritas ha podido aportar soluciones y oportunidades a las personas más expuestas a la pobreza. En 2012, la red parroquial y diocesana de la Confederación Cáritas construyó oportunidades y procesos para 4.929.361 personas en situación de mayor exclusión social. De ellas, 1.904.737 fueron acompañadas en España y 3.024.624 en los países del Sur.
Los mayores esfuerzos dedicados por la Confederación a reducir el impacto de la precariedad como consecuencia de la crisis se destinaron, en la misma línea de prioridades de los últimos años, a programas como los de Empleo e inserción laboral (25 millones € invertidos), Vivienda (5,8 millones €) o Acogida y atención primaria(60,6 millones €).
Además, durante 2012 Cáritas reforzó su acciones para las personas más vulnerables, como Mayores (32,8 millones €), Personas Sin Hogar (22,4 millones €), Infancia (12 millones €), Familia (10,7 millones €), Inmigrantes (7,2 millones €), entre otros.
Este compromiso de Cáritas con las víctimas de la pobreza se ha llevado a cabo por encima de las fronteras, al destinar 29,4 millones de euros en 2012 a proyectos de cooperación internacional.
Esfuerzo de austeridad
Aunque los recursos manejados el último año han crecido por encima del 10 por ciento, Cáritas ha conseguido mantener los mismos niveles de máxima austeridadde los últimos cinco años, al destinar a gastos de gestión y administración sólo 6,7 céntimos de cada euro invertido.
Constataciones del VIII Informe del ORS
El VIII Informe del Observatorio de la Realidad Social de Cáritas, presentado de manera simultánea a la Memoria anual de actividades, permite conocer, a la luz de la propia experiencia de trabajo de los servicios de Acogida y Atención primara de Cáritas en todo el país, cuál es la situación social del momento actual.
Según se recoge en su resumen ejecutivo, las constataciones más relevantes del Informe son las siguientes:
1.   Nuestro modelo económico se caracteriza por elcomportamiento “contracíclico” de la desigualdad en la renta, que aumenta en etapas de recesión, pero que no reduce las diferencias cuando se registra expansión económica.
2.   En los últimos años se ha producido un descenso de la renta media, lo que supone un proceso de empobrecimiento de nuestra sociedad, que afecta especialmente a las personas y familias más vulnerables.
3.   La pobreza severa (con menos de 307 € al mes) alcanza ya a 3 millones de personas, el doble de los que estaban en esta situación antes de la crisis.
4.   Asistimos al aumento de la cronicidad, constatado en el incremento de los parados de larga duración, especialmente el grupo de mayores de 50 años, y en el hecho de que una de cada tres personas atendidas en Cáritas lleva más de tres años demandando ayuda. Esta situación afecta también a las relaciones sociales y al horizonte vital de las personas.
5.   Se incrementa la desigualdad en España, con el valor más elevado de toda Europa: el 20% de la población más rica concentra 7,5 más riqueza que el 20% más pobre.
6.   Está tendencia corre el riesgo de verse incrementada por elelevado nivel de desempleo; la pérdida de capacidad adquisitiva de la población (descenso de la renta media desde 2007 en torno a un 4% y aumento de los precios en torno al 10%); y el debilitamiento de las políticas sociales y elrecorte progresivo de derechos.
7.   Existen necesidades básicas (alimentación, gastos relativos a la vivienda, ropa y calzado…) que no están cubiertasdesde nuestro modelo de bienestar.
8.   Aquellas personas cuya situación les impide cubrir por sus propios medios estas necesidades, se ven obligadas a acudir a la familia o a entidades socialesde carácter privado en busca de ayuda.
9.   Asistimos al riesgo de desbordamiento de la función protectora de la red familiar, que sigue siendo la primera estrategia de supervivencia para hacer frente al impacto de la crisis.
10.  La desprotección social de las personas y familias más vulnerables está agravada al restringirse las condiciones de acceso a derechos como la sanidad, la educación, los servicios sociales y la dependencia.
11.  Diversoscambios en las políticas sociales tienen consecuencias negativas directas sobre las personas más vulnerables, como el cambio en el sistema de prestaciones sanitarias y grado de cobertura, la modificación de los requerimientos administrativos para el acceso a las prestaciones, o la difícil adaptación de los servicios sociales a las nuevas realidades que ofrece la coyuntura de crisis.
12.  Aunque los primeros efectos de la crisis económica se amortiguaron por las prestaciones por desempleo y el apoyo de las familias, el agotamiento de las ayudas económicas, la prolongación de las situaciones de desempleo, las políticas de ajuste y sus recortes, unido a las dificultades en las familias, han creado un caldo de cultivo para la irrupción de una segunda oleada de empobrecimiento y exclusión social con efectos más intensos.
13.  Desde que se inició la crisis, Cáritas ha triplicado tanto el número de personas atendidas, hasta alcanzar la cifra de 1.300.914 personas en el año 2012, como el volumen de recursos destinados a ayudas económicas directas a las familias, que fueron de 44 millones de euros el año pasado.
14.  Respecto al perfil de las personas acompañadas en Cáritas, las mujeres siguen siendo el rostro más visible de las situaciones de pobreza y exclusión. Se registra, además, un elevado número de desempleados, que han pasado de ser “recientes” –al inicio de la crisis– a ser de larga duración en este momento de consolidación de la estructura, así como los casos de parejas jóvenes (de entre 20 y 40 años de edad) con hijos, la mujeres solas con familiares a su cargo, las personas donde la intensidad laboral del hogar es muy baja y los ciudadanos extracomunitarios.

Semana Pobreza Cero