8 de mayo de 2014

“La contestación está en la realidad”, replica Cáritas a Montoro

“La contestación está en la realidad. Nosotros no hablamos para quedar bien o mal con nadie. Nuestra única lealtad es hacia los pobres”. 
Con esta contundencia se refirió esta mañana el secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, a las críticas con que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, recibió el informe de esta organización católica sobre la pobreza y el desamparo infantil. Presentado hace un mes en Madrid con datos de Cáritas Europa, España aparecía allí como el segundo país de la Unión Europea con mayor índice de pobreza entre los menores de edad, superado solo por Rumanía.
Montoro afeó entonces a Cáritas su metodología para llegar a conclusiones que “no se corresponden con la realidad porque solo se basan en mediciones estadísticas”, dijo el ministro. Cáritas guardó silencio entonces, pero, como los hechos son testarudos, tuvo esta mañana la oportunidad de cargar más de razón sus alarmas y quejas, esta vez con los datos de la memoria de Empleo y Economía Social 2013 que ha elaborado la organización. Se presentó a la prensa cuando ya se conocía la última encuesta de población activa (EPA) y esa coincidencia, no prevista, no alegró a Sebastián Mora. Por eso inició su discurso subrayando las palabras con que el papa Juan XXIII, santo desde el pasado domingo, animó en 1962 a las jerarquías católicas “a no ser profetas de calamidades sino de esperanzas”.
En vísperas del Día Internacional del Trabajo, Cáritas insiste en los efectos de la exclusión social y la desigualdad, esta vez con datos de lo que la organización ha hecho en el último año en ese campo. Se trata de “acciones de acompañamiento desarrolladas con 77.072 personas”, de las que el 15,6% (12.028 personas) consiguieron un empleo después de participar “en procesos personalizados de formación, orientación, intermediación o autoempleo”.
Cáritas invirtió 35,9 millones de euros en esas acciones de economía social, de los que el 62% proceden de aportaciones privadas (socios, donantes y empresas colaboradoras) y de ingresos procedentes de las actividades económicas desarrolladas por las empresas de economía social que gestionan las distintas Cáritas Diocesanas, y el 38% restante de subvenciones públicas (Fondo Social Europeo y Administraciones Públicas estatales, autonómicas y locales).
Las personas beneficiadas continúan siendo mayoritariamente mujeres (un 62% del total) sin formación o con estudios básicos. Según Félix Miguel Sánchez, coordinador del equipo que ha elaborado el informe, el acceso al mercado laboral de esas personas es cada vez más difícil.
Concluyó Sebastián Mora: “No queremos quedarnos con los brazos cruzados ante el drama del desempleo. Pedimos a todos los responsables que abran los ojos y hagan todos los esfuerzos posibles de creatividad y de generosidad para devolver la esperanza a todos los parados que ha causado el despilfarro y la crisis”. También reclamó un voto en las próximas elecciones europeas “comprometido a una realidad que ataque los males de la inequidad, que ataque a los males que trajeron los mercados y la especulación financiera y esa pérdida de perspectiva ética. El desarrollo económico es necesario, pero no es suficiente. La salida de la crisis tiene que ser también ética y social, no solo económica".